La inklinación te da una visión diferente, quizás distorsionada, te sitúa en la inseguridad permanente, te hace sentir. Nunca acabas de saber si vas a caer, a luchar por tu propia erección o a seguir, sencillamente, en un abismo que te recuerda a ti misma y a todo lo demás. A veces pasa eso, que a una le da por pensar o por inklinarse a hacerlo.
Mis inclinaciones
Todos tenemos pedradas, pero nos inclinamos a esconderlas...