La inklinación te da una visión diferente, quizás distorsionada, te sitúa en la inseguridad permanente, te hace sentir. Nunca acabas de saber si vas a caer, a luchar por tu propia erección o a seguir, sencillamente, en un abismo que te recuerda a ti misma y a todo lo demás. A veces pasa eso, que a una le da por pensar o por inklinarse a hacerlo.
dijous, 3 de març del 2011
karneyvals
Aprovechando que hoy es un jueves de culto lunar y un poco gordito (porque se infla de carne), rindo homenaje a todas las máscaras que nos llevan a nosotros y no a la inversa, durante el resto del año. Sirva pues esta celebración, cuyo orígen se encuentra en las fiestas paganas de invierno, para descubrir qué hay delante de nuestras narices, inklinadas a meterse donde no las llama nadie y a no estar por lo que tienen que estar, que es oler, por ejemplo, el buen vino con el que brindar por esa "Karne y Vale" de todas las personas a las que queremos, sólo porque son como son y no como deberían. Y con vuestro permiso, me inklino a inkluirme, a ritmo de vals, en ese brindis.
¡Feliz Jueves Gordo, sinvergüenzas!
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