La inklinación te da una visión diferente, quizás distorsionada, te sitúa en la inseguridad permanente, te hace sentir. Nunca acabas de saber si vas a caer, a luchar por tu propia erección o a seguir, sencillamente, en un abismo que te recuerda a ti misma y a todo lo demás. A veces pasa eso, que a una le da por pensar o por inklinarse a hacerlo.
dijous, 9 de desembre del 2010
Caracol inclinado a seguir
La belleza pesa. No sólo los kilos. Y si no, que se lo digan a él... Hay cargas preciosas que llevamos a cuestas porque forman parte de nosotros. De nosotras. Sin ellas estaríamos desnudas del todo y sin embargo, no podemos evitar que sean como un embarazo no deseado. Y no, no estoy hablando de los hijos que no tendremos. Pero miradlo bien. Ahí sigue... poliki, poliki!
Subscriure's a:
Comentaris del missatge (Atom)
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada