La inklinación te da una visión diferente, quizás distorsionada, te sitúa en la inseguridad permanente, te hace sentir. Nunca acabas de saber si vas a caer, a luchar por tu propia erección o a seguir, sencillamente, en un abismo que te recuerda a ti misma y a todo lo demás. A veces pasa eso, que a una le da por pensar o por inklinarse a hacerlo.
dimecres, 15 de desembre del 2010
pájaro inklinado a la danza clásica
Et voilâ! Aquí tenemos a su señoría, interpretando con las olas "El lago de los Cisnes" ¡como mínimo! Entre el mar y el cielo ¡menudo escenario!
No creo que busque aplausos, aunque tampoco que les haga asquitos si los hay. Disfruta de lo lindo y me parece un plumífero de lo más elegante. El azul era el color preferido de... bueno, supongo que seguirá siéndolo...
Mientras baila se olvida de que volar cansa, de que se puede uno caer desde lo alto, de que aunque sea pájaro, no siempre las alas funcionan... Cuando baila, ¡hasta a las olas se les ponen las burbujillas de punta!
¿No os entran ganas de poneros unas zapatillas de ballet, rollo Billy Eliot?
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