Me haría llorar, cada vez que la mirara, si no fuera porque sé, a ciencia cierta, que su rabia podrá más que su resignación o su tristeza. Y saltará a la calle, un día a de estos, a una calle cualquiera que tenga nombre de mujer, "con su sonrisa puesta" y sus ojazos llenos de karicias con "k" de kilo y de "kerer".
La inklinación te da una visión diferente, quizás distorsionada, te sitúa en la inseguridad permanente, te hace sentir. Nunca acabas de saber si vas a caer, a luchar por tu propia erección o a seguir, sencillamente, en un abismo que te recuerda a ti misma y a todo lo demás. A veces pasa eso, que a una le da por pensar o por inklinarse a hacerlo.
dijous, 9 de desembre del 2010
Mujer inclinada a callar
Me haría llorar, cada vez que la mirara, si no fuera porque sé, a ciencia cierta, que su rabia podrá más que su resignación o su tristeza. Y saltará a la calle, un día a de estos, a una calle cualquiera que tenga nombre de mujer, "con su sonrisa puesta" y sus ojazos llenos de karicias con "k" de kilo y de "kerer".
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