La inklinación te da una visión diferente, quizás distorsionada, te sitúa en la inseguridad permanente, te hace sentir. Nunca acabas de saber si vas a caer, a luchar por tu propia erección o a seguir, sencillamente, en un abismo que te recuerda a ti misma y a todo lo demás. A veces pasa eso, que a una le da por pensar o por inklinarse a hacerlo.
dijous, 9 de desembre del 2010
Mujer tendiendo sábanas inclinadas
¡Hay Mari Juani, qué vida esta, tan feliz! El otro día, hablando con una amiga muy amiga, coincidíamos en que la música heavy va de narices para limpiar, los sábados a la mañana. Hay una parte de mí que se engaña constantemente cuando a ratos, quiere ser lo que no es y viceversa. Envidio su sonrisa. Y a la vez... se parece tanto a nosotras, las de antes...
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