La inklinación te da una visión diferente, quizás distorsionada, te sitúa en la inseguridad permanente, te hace sentir. Nunca acabas de saber si vas a caer, a luchar por tu propia erección o a seguir, sencillamente, en un abismo que te recuerda a ti misma y a todo lo demás. A veces pasa eso, que a una le da por pensar o por inklinarse a hacerlo.
dimarts, 14 de desembre del 2010
sexos inklinados a ver más allá
Todo él es un experimento. Me refiero al dibujo, pero también al sexo. Ahí es nada. Hice un garabato y salieron órganos sexuales, patas, ojos, botijos, ranas, espermatozoides y un útero en medio, que podría ser tranquilamente una boca con cosas que sacar, que decir, que parir...
Le faltaba un toque de color, un poco de luz para alumbrar. Así que me puse a indagar. ¿Cómo se pinta con un ordenador aquello que está fuera de los límites?
Los sexos también quieren ver qué hay más allá de ellos mismos. De momento, amarillo.
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